LOS INCENDIOS FORESTALES UNA DE LAS CAUSAS Y, A LA VEZ, EFECTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO.

1.- Introducción.

2.- Causas habituales por las que se inician los incendios forestales. (Gráficos)

3.- Consecuencias y la importancia de los bosques.

4.-  Situación actual en España y en el resto del mundo. (Gráficos)

5.- Decálogo de medidas preventivas para evitar incendios forestales (Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación).

6.- Soluciones que propone Greenpeace España.

7.- Comentario por Josechu PR.

8.- De running por el monte (Vídeo).

9.- Fuentes de información.

1.- INTRODUCCIÓN.

Aunque en principio los incendios forestales nos parezcan catastróficos, en realidad forman parte de los procesos normales de la naturaleza, necesarios para la regeneración de diversos ecosistemas y la producción de diferentes hábitats en los que infinidad de organismos pueden prosperar.

Imagen del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

¿Dónde está el problema entonces? El problema en realidad viene por el crecimiento desmedido e incontrolado de los incendios forestales originados en su mayor parte por el ser humano, a medida que aumenta su número también lo hacen las emisiones de gases de efecto invernadero, con esta situación estaremos contribuyendo de manera notable a un incremento de la temperatura general del planeta, aumento de temperatura que a su vez genera unas condiciones más favorables para que se originen nuevos incendios: olas de calor más prolongadas, sequías acumuladas, baja humedad, vegetación muy seca,…, la consecuencia directa de todas estas circunstancias es que se originan más incendios, pero además con unas características especiales, los nuevos incendios son muchos más virulentos, de mayores dimensiones y más difíciles de controlar, con lo cual, nos encontramos en un círculo vicioso  de emergencia climática en el que o ponemos todos los medios y esfuerzos posibles a nuestro alcance o nos veremos abocados a un momento en el que sea irreversible volver atrás.

Anton Beneslavskiy, responsable de incendios forestales en Greenpeace Rusia, realiza las siguientes manifestaciones: «El cambio climático inducido por el ser humano está alimentando incendios y los incendios aceleran el cambio climático, es hora de romper el ciclo».

2.- CAUSAS HABITUALES POR LAS QUE SE INICIAN LOS INCENDIOS FORESTALES.

2.1. Causas naturales.- Representan tan solo entre un 4% y un 5%. En España debido principalmente a la caída de rayos y en menor medida por ciertos materiales que por su transparencia pueden actuar de lupa, en otros países también se originan por los volcanes o diversos factores naturales propios de la zona.

2.2. Causas antropogénicas (causadas provocadas por el ser humano)

En España estaríamos hablando del 96 % de los incendios forestales por esta circunstancia, éstas pueden ser accidentales, negligentes o intencionales:

2.2.1.- Causas accidentales.

Las más comunes suelen ser por sobrecargas eléctricas y caídas de cables de alta tensión, también pueden ocurrir en las prácticas de tiro militar o por las chispas provocadas por las armas de los cazadores, fuegos artificiales, accidentes de aviones, globos aerostáticos, averías de maquinaria agrícola, etc.

2.2.2.- Causas por Negligencia.

Estos incendios son causados por descuidos humanos normalmente en el entorno agrario,  en las quemas de rastrojos de restos de cultivos o matorrales, también se producen en los incendios que se provocan para ahuyentar los animales que ocasionan daños en los cultivos o ganado.

Otros descuidos derivan de un mal uso del bosque o monte: Hogueras, barbacoas, fogatas, colillas mal apagadas, basura que se autoincendia debido al biogás que ésta produce en su fermentación natural, vertederos ilegales, botellas de cristal,…,también en un porcentaje pequeño por actividad cinegética, es decir por cazadores que intencionadamente queman un terreno para obligar a salir a las presas.

2.2.3.- Causas por intencionalidad.

Según datos del Gobierno de España, los incendios intencionados representan cerca del 60 % de los casos.

  Según el último informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del decenio 2006-2015, en España el 37,85% de los siniestros se originan por la quema agrícola ilegal y abandonada; el 29,99% por la quema para regeneración de pastos y solo un 7,17% por pirómanos.

3.- CONSECUENCIAS Y LA IMPORTANCIA DE LOS BOSQUES.

Según el estudio «Perdidos en el humo, Impacto climático de los incendios forestales»  presentado por Greenpeace en la Cumbre del Clima de Katowice (Polonia), las emisiones brutas de CO2 generadas por los siniestros suponen en su conjunto mundial más del doble de las que genera la producción de las industrias de combustibles fósiles combinadas de la Unión Europea en 2016, lo que equivale a casi el 25% de las emisiones anuales de CO2 de los combustibles fósiles.

Las consecuencias directas de los incendios forestales atañen, por supuesto, al daño que provocan en la atmósfera con la emisión de CO2, pero también reducimos lógicamente todos los beneficios que nos aportan, que no son pocos:

  • Producen oxígeno: Siempre se ha dicho y seguimos manteniendo que los bosques son los pulmones de la Tierra. La función clorofílica, entre otras funciones, consiste en tomar del aire el CO2 y liberar oxígeno. Un bosque genera entre dos y tres veces más oxígeno que cualquier otro tipo de cultivo de igual superficie. Una hectárea de frondosas genera entre 10 y 20 toneladas de oxígeno al año.
Imagen de «Muy Interesante»

Los árboles y los bosques ayudan a mitigar estos cambios al absorber el dióxido de carbono de la atmósfera y convertirlo, a través de la fotosíntesis, en carbono que «almacenan» en forma de madera y vegetación. Este proceso se denomina «fijación del carbono».

En los árboles el carbono supone en general alrededor del 20 por ciento de su peso. Además de los árboles mismos, el conjunto de la biomasa forestal también funciona como «sumidero de carbono». Por ejemplo, la materia orgánica del suelo de los bosques -como el humus producido por la descomposición de la materia vegetal muerta- también actúan como depósito de carbono.

  • Pueden limpiar la contaminación del aire a una escala bastante importante, y no solo de CO2. Los árboles absorben una amplia gama de contaminantes en el aire, incluyendo monóxido de carbono, dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno. Los árboles salvan vidas simplemente eliminando los contaminantes del aire.
  • Los bosques son como esponjas gigantes, que atrapan el agua, traspasa sus raíces goteando hacia los acuíferos, reponiendo los suministros de agua subterránea que son importantes para el consumo, el saneamiento y el riego en todo el mundo. Así, los bosques actúan como filtros de agua, recolectando y almacenando agua y recargando acuíferos subterráneos,
Imagen publicada en «Muy Interesante»
  • Influyen en el clima: En las zonas continentales más del 50% de la humedad del aire se debe al agua bombeada por las raíces y transpirada por las hojas de la vegetación. Cuando se talan los bosques el clima se hace más seco. Un bosque es capaz de mantener sus propias condiciones climáticas y producir un atemperamiento del clima en una amplia zona. Dos ejemplos ilustrativos: en un hayedo la temperatura en plena calina es de 5 ó 6 grados centígrados menor que fuera de él; en una acebeda en invierno la temperatura en su interior es 2 a 3 grados centígrados más alta que en el exterior.
  • Sirven de protección contra el viento para muchos cultivos.
  • Evitan deslizamientos de tierra o tormentas de polvo.
  • Constituyen una barrera natural contra el ruido.
  • Alrededor del 70% de las plantas conocidas con propiedades de lucha contra el cáncer se producen en los bosques lluviosos o bosques húmedos.
  • Caminar en el bosque también puede ofrecer beneficios para la salud, como alivio del estrés, reducción de la presión arterial y un sistema inmunológico más fuerte. Esto último puede deberse en parte a que los árboles liberan compuestos en el aire llamados fitoncidas, que impulsan a nuestros cuerpos a estimular las células asesinas naturales (células NK, natural killerque atacan las infecciones y protegen contra los tumores.
Imagen publicada en bioguía.com
  • Nuestra atracción innata por los bosques, parte de un fenómeno conocido como biofilia, el amor por todo lo vivo. Sabemos que la biofilia nos atrae hacia bosques y otros paisajes naturales, animándonos a rejuvenecernos explorando, deambulando o simplemente relajándonos en su mar de tranquilidad. Muchas personas buscan ahora esos beneficios con la práctica japonesa de shinrin-yoku, comúnmente traducida al inglés como «baño de bosques«.
  • Acogen un gran número de especies animales y vegetales. Son, por tanto, las principales reservas de diversidad biológica.
  • Aportan valor paisajístico: Los bosques rompen la uniformidad y monotonía del espacio en el que se asientan, proporcionando un oasis visual de alta calidad. Además de estimular nuestros pensamientos, de ser fuente de paz y sosiego, nos sirven de ocio y descanso de la vida tan agitada que genera la actual civilización.
Imagen publicada en ambientum.com
  • Sustenta la economía de los habitantes de la zona: Atraen visitantes y amantes del monte, senderistas, paseantes, etc. Se aprovechan sus frutos, que una vez elaborados son puestos a la venta, revitalizando la economía de la zona, entre otras cosas.

Según la organización Global Forest Watch, desde 2001 a 2018 se ha producido una pérdida de 361 millones de hectáreas de cubierta arbórea a nivel mundial, lo que supone una reducción del 9 % de esa superficie desde el año 2000, casi un 10 % en apenas 18 años, se imaginan llegar a una pérdida de un 50 % y las consecuencias que tendría…,  mejor no imaginarlo.

4.- SITUACIÓN ACTUAL EN ESPAÑA Y EL RESTO DEL MUNDO.

4.1 Situación actual en España.

En los últimos veinte años, la mayor concienciación ciudadana y la creciente persecución del delito han logrado reducir el número de incendios que se producen cada año. En España, entre 2010 y 2019 el número de siniestros se redujo en un 36% respecto a la década anterior.

A pesar de la reducción, los casi 11.700 siniestros que se producen de media al año continúan siendo una cifra desorbitada. El extendido uso del fuego como herramienta de gestión en el medio rural es en gran parte responsable de la alta siniestralidad.

Imagen publicada en magazinedigital.com

Entiendo que el sector de la agricultura es fundamental para la población, pero vistas las cifras que publica el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre la responsabilidad que tiene este sector en la alta siniestralidad de los incendios, considero que en materia preventiva no se actúa eficientemente, no sé si por una falta de control por parte de la administración o tal vez porque no se les presta toda la atención que merecen, probablemente necesiten ayuda para compaginar la rentabilidad económica que les compete a ellos con la preservación de la naturaleza que nos compete a todos, habrá que buscar alternativas al uso del fuego en el medio rural, se me ocurren por ejemplo industrias de biomasa que absorbieran ese material, un mayor control de estas actividades, apoyo con medios públicos, no sé si estas medidas serían eficaces, pero seguro que hay soluciones, y está claro que la Administración tiene que dedicarle mayor atención a este sector y trabajar más sobre este asunto .

Imagen del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

El problema de los incendios forestales es cada vez mayor. España es el país que más presupuesto invierte en extinción por hectárea y dispone de uno de los mejores sistemas de extinción a nivel mundial, pero las estadísticas confirman que no es suficiente: al igual que sucede a escala global, la proporción de grandes incendios (GIF) respecto al total de siniestros crece año tras año. Apenas suponen el 0,18% del total, pero en ellos arde el 40% de la superficie total afectada.

Gráfico publicado en el informe de WWF España (El Planeta en llamas)
sobre la evolución de los grandes incendios forestales

4.2 Situación en el planeta Tierra.

A nivel global, en el mundo el problema es mucho mayor, cada año arde entre el 3% y el 4% de la superficie terrestre del planeta.

Del cuadro anterior sorprenden las cifras que arroja África, uno se da cuenta que los problemas de los demás, también lo son nuestros, no se cómo, pero se debería de actuar de alguna manera con urgencia.

Cada vez más bosques se están talando para cultivar materias primas altamente demandadas como la soja, el aceite de palma, la pasta de papel o el caucho. También el actual consumo de carne tiene mucho que ver con la deforestación, ya que gran parte de los cultivos de soja se destinan a la alimentación del ganado. España es líder en la producción de piensos ganaderos y en importación de soja dentro de la UE. En 2017 el 40% de la soja importada procedía de Brasil y el 32 % de Argentina. Los datos son delatadores de los causantes de muchos de los incendios forestales, pero no basta con conocerlos hace falta que los países se pongan de acuerdo para buscar alternativas.

La organización WWF España (World Wide Fund for Nature), ha emitido un informe extraordinario y que recomiendo «PLANETA EN LLAMAS» del que he extraído pequeños extractos de la situación actual en algunas zonas de importancia en el planeta:

AUSTRALIA

Imagen publicada en WWF España

Durante cuatro meses Australia vio arder más de 12 millones de hectáreas, sufrió el fallecimiento de decenas de personas y de más de 1.200 millones de animales, además de cuantiosos daños materiales y la pérdida de miles de hogares.

Australia vivió un año 2019 insólitamente cálido que favoreció esos incendios tan devastadores e incontrolables por los dispositivos de extinción. Fueron incendios de altísima intensidad, donde sus bosques ardieron en auténticas tormentas de fuego de más de 1.000ºC, cuando lo habitual es que las llamas no pasen de los 500ºC. A esas temperaturas tan elevadas, los bosques no pueden recuperarse.

El gran detonante de la virulenta propagación de las llamas está claramente vinculado al cambio climático.

La política energética de Australia está basada en el carbón, lo que supone que el país tenga una de las emisiones de dióxido de carbono per cápita más altas del mundo.

EUROPA

Países como Reino Unido, Irlanda, Finlandia, Letonia, Alemania, Polonia, Suecia o Noruega se vieron sacudidos en 2019 por oleadas de incendios absolutamente inusuales. Durante el verano se registraron un 40% más de incendios en la Unión Europea: los grandes incendios en estas zonas han dejado de ser la excepcionalidad para empezar a ser la norma.

AMAZONÍA

El 31% de los incendios producidos en la Amazonia brasileña hasta agosto de 2019 se produjeron en áreas que en julio de 2018 eran bosques. El significado de estos datos es claro: la deforestación es la causa de los incendios que han devastado la región.

Imagen publicada en WWF España

La Amazonia desempeña un papel fundamental en la regulación climática de Sudamérica, provee cerca del 20% de agua dulce del planeta y es crucial en la mitigación del cambio climático a escala global.

INDONESIA

El 99% de los fuegos en Indonesia tiene origen humano y están vinculados a procesos de deforestación y conversión para la expansión de las plantaciones de aceite de palma, papel y pasta de celulosa. Las selvas de Indonesia constituyen la tercera región tropical del planeta. El 40 por ciento de los fuegos se dan en turberas, sistemas que almacenan cerca del 20% del carbono soterrado en el mundo. La quema de turberas supone auténticas bombas de relojería: se estima que las emisiones actuales de gases de efecto invernadero provocadas por incendios de turberas representan hasta el 5% del total de emisiones.

ÁFRICA CENTRAL

La zona del planeta que más se quema al año está en el corazón de África. concentra el 70% de los focos de incendio del mundo.

En África se queman unos 300 millones de hectáreas al año, seis veces la superficie de España.

La mayor parte de los incendios en África responde a técnicas agrícolas y pastorales ancestrales usadas por el ser humano y principalmente ocurren en las sabanas y en los campos cultivados por pequeños agricultores.

CÍRCULO POLAR ÁRTICO

No hay precedentes en la historia para la intensidad, duración y latitud de los incendios desatados en la región ártica durante 2019. Estos incendios afectaron a Siberia, Alaska, Groenlandia y Canadá. En total, en el Ártico ardieron 5,5 millones de hectáreas . El Ártico se está calentando dos veces más rápido que el resto del planeta. Las regiones afectadas alcanzan temperaturas hasta 10°C más cálidas que el promedio de 1981 a 2010 y el mes de julio de 2019 fue el mes más cálido jamás registrado en la región. Las primaveras son cada vez más tempranas y los veranos más largos y cálidos. Todo ello ha secado el paisaje que prende de forma natural debido a rayos.

En esas latitudes los incendios son especialmente graves y preocupantes para el clima por dos motivos. Por un lado, porque producen un fino hollín negro que acelera el derretimiento de hielo en el Ártico. Por otro, porque están afectando a suelos de turba y permafrost (la capa de subsuelo permanentemente congelada) que, cuando arde, libera mucho más dióxido de carbono y metano a partir de la combustión de carbono almacenado en el suelo durante cientos o miles de años. Esta combustión del suelo elimina importantes sumideros de carbono que no se pueden reemplazar en ninguna escala de tiempo útil. Estos incendios están generando emisiones que provocan un mayor calentamiento: el cambio climático está dando lugar a más cambio climático.

Teniendo en cuenta que los incendios del Ártico son impulsados por el cambio climático la única forma de prevenirlos es intensificando el trabajo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

5.- DECÁLOGO DE MEDIDAS PREVENTIVAS PARA EVITAR INCENDIOS FORESTALES.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España ha realizado un decálogo básico de prohibiciones y recomendaciones que los ciudadanos deberíamos tener en cuenta para prevenir la declaración de incendios forestales:

1.       No arrojar cigarrillos ni fósforos al suelo.

2.      No encender fuego en el monte en épocas de riesgo.

3.      Si se va a hacer una quema, solicitar la autorización oportuna. Además, se aconseja extremar todas las precauciones en su ejecución.

4.      En época de riesgo, no utilizar maquinaria agrícola o forestal que pueda generar incendios.

5.      Cumplir con las restricciones de acceso a zonas forestales en épocas de riesgo.

6.      Extremar las precauciones si se emplea fuego en las actividades agrícolas.

7.      Si se divisa un incendio, avisar de manera inmediata al 112 o al teléfono de emergencia de la Comunidad Autónoma correspondiente. Recordar que la seguridad es el factor más importante, por lo que nunca se debe trabajar sólo.

8.      En época de riesgo, no utilizar herramientas que puedan generar chispas.  

9.      No arrojar basuras fuera de los contenedores habilitados.

10. Por último, recordar que el 95% de los incendios forestales se deben a la acción humana, por lo que debemos poner toda nuestra atención en evitarlos.

6.- SOLUCIONES QUE PROPONE GREENPEACE ESPAÑA.

La problemática de los incendios forestales es compleja, por lo que las soluciones deben apuntar en diferentes direcciones. Hay que afrontar las causas para prevenir las consecuencias:

De cara a reducir la siniestralidad es fundamental que la población tome conciencia del riesgo, extreme las precauciones y se busquen alternativas al uso del fuego. A su vez, hay que hacer un mayor esfuerzo en la persecución de las personas que queman el monte.

De cara a abordar las causas que propagan el incendio es imprescindible mejorar la gestión forestal y los planes preventivos. 

Una de las actuaciones más efectivas que proponemos es modificar el paisaje que circunda las zonas forestales donde se insertan viviendas para dotarlo de condiciones menos propicias a la propagación virulenta de un fuego forestal, siempre teniendo en cuenta el funcionamiento de los ecosistemas y la necesidad de respetar la diversidad estructural del bosque. Resulta fundamental desarrollar modelos selvícolas (es decir, de gestión de las masas forestales) que tengan en cuenta el cambio climático y que, además de imitar al máximo el funcionamiento de la naturaleza, favorezcan la diversidad genética y reduzcan la densidad de arbolado. Solo de esta manera nos aseguraremos poder disponer de un entorno forestal sano, resistente no solo a los incendios sino a otras amenazas como plagas o enfermedades.

La planificación urbanística tiene que tener en cuenta el riesgo de incendio, de manera que se limiten cierto tipo de urbanizaciones que son muy vulnerables al fuego y que suponen un riesgo para la población y nuestros bosques.

Además, las administraciones tienen que establecer campañas de extinción de incendios que no estén ligadas a la época estival. De ese modo se evitarían las decisiones de última hora promovidas por una meteorología impredecible y se fomentaría la estabilidad laboral en el sector forestal, evitando que las contrataciones se centren solo en los meses de mayor riesgo de incendio. Los servicios operativos no son infinitos ni omnipresentes y los incendios de alta intensidad suponen riesgos y peligros añadidos.

7.- COMENTARIO por Josechu PR.

En la vida, a la población normal, las mayores preocupaciones nos suelen venir por la situación de nuestras familias y personas más allegadas, con todo lo que implica: trabajo, salud, relaciones, ocio, los estudios de nuestros hijos, nuestros mayores, en fin lo que es el día a día de cada uno, pero en lo que es la organización de nuestras ciudades, comunidades, países o el mundo en sí, es algo que nos preocupa pero que, como que no va con nosotros demasiado, nos dedicamos a votar cada cuatro años y parece que nuestra responsabilidad, para con el resto del mundo, empieza y termina ahí, delegando totalmente en los políticos para que, con nuestro voto, se encarguen ellos de que todo funcione.

Hasta aquí, todo dentro de la normalidad, el problema viene porque los políticos no son capaces de organizarse para solucionar algunas situaciones que hasta hace algunos años no las veíamos como un problema y no nos molestaban demasiado, pero que de un tiempo a esta parte estamos empezando a sufrir sus consecuencias de forma dramática, me refiero, por supuesto, a los incendios forestales y al cambio climático.

«Da la impresión que hemos estado viajando en un barco, disfrutando del viaje sin más y de momento empiezan a surgir problemas, el mar se pica y las tormentas nos zarandean, pero nos damos cuenta que el barco se maneja solo, no hay tripulación ni nadie capitaneando el barco y mientras nos ponemos de acuerdo en qué hacer, nos limitamos a contemplar como nos vamos irremediablemente a la deriva, hacia un destino sin retorno…»

La progresión que están tomando los incendios forestales y el cambio climático nos hacen darnos cuenta que estamos en un estado de emergencia, no tanto por la gravedad de los acontecimientos en sí, que seguro tienen solución, sino por el hecho de que los países sean incapaces de actuar conjuntamente y tomar las medidas necesarias para aplicar esas soluciones y cambiar el rumbo incierto de nuestro planeta.

Quiero creer que aún hay esperanza, y si los países han sido capaces de globalizar el mundo económicamente, también se pueden poner de acuerdo para globalizar la salud del planeta.

Pero seamos realistas, los intereses no son los mismos, el interés económico tiene unos resultados inmediatos, el interés por la salud del planeta tiene unos resultados a medio o largo plazo que los políticos no ven rentables ni para sus grupos políticos ni para ellos mismos, por eso es necesario que este gravísimo problema lo convirtamos en una preocupación más directa de cada uno de nosotros y que transmitamos esta preocupación a los políticos para forzarles a que actúen con contundencia para evitar un cambio climático que puede ser irreversible. Olvidémonos de las inclinaciones políticas de cada uno, en este barco estamos todos y de todos es responsabilidad el mantener el barco a flote, también hay que procurar transmitírselo a las nuevas generaciones, si para nosotros es una emergencia para los que vienen detrás lo va a ser bastante más, ellos lo van a tener más difícil aún, hay que hacerles comprender que su bienestar depende muy mucho de la salud del planeta y la salud del planeta dependerá de lo que hagamos hoy nosotros y de lo que hagan ellos el día de mañana.

Los árboles son parte integral de nuestro ecosistema, formando parte del equilibrio ecológico que sostiene nuestro mundo de forma funcional y saludable, cuando ese equilibrio se fractura a través de procesos como la deforestación, se crean condiciones que permiten la propagación y aparición de enfermedades, pero ese será otro tema a tratar en el próximo post: «CAMBIO CLIMÁTICO, LA DEFORESTACIÓN Y LOS CORONAVIRUS«.

8.- DE RUNNING POR EL MONTE (Vídeo).

de running por el monte

9. FUENTES DE INFORMACIÓN.

  • Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. (Informe Incendios forestales en España – Decenio 2006 – 2015)
  • Ecovives.com (Causas de los incendios forestales)
  • Ecoavant.com (Los incendios forestales emiten el doble de CO2 que la industria fósil europea)
  • Wikipedia (Incendios forestales)
  • Muyinteresante.com (Por qué son tan importantes los bosques)
  • Arba-s.org (funciones que cumplen los bosques)
  • WWF (World Wide Fund for Nature) España – Informe «PLANETA EN LLAMAS
  • Greempeace (incendios)

Josechu PR.

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