01.- MI PRIMERA VEZ EN LOS ALPES.
02.- EN LOS ALPES CON LA FAMILIA AL COMPLETO.
——————————-
01.- MI PRIMERA VEZ EN LOS ALPES.
En el año 1991, junto con mi mujer Guadalupe, casi recién casados (año y medio de matrimonio), nos embarcamos en una expedición de montañeros de Plasencia que iban a escalar el Mont Blanc, eran un grupo numeroso y se desplazaban en autobús para poder llevar todo el material necesario. Para completar el autobús ofertaron una serie de plazas para personas que quisieran practicar senderismo en la zona, a ellos les venía bien para financiar los gastos del viaje y a nosotros nos dio la oportunidad de conocer la majestuosidad de los Alpes. Fue una gran suerte que nos aceptasen en el grupo y pudiéramos practicar senderismo en los Alpes franceses y suizos, todo un lujazo.
Hicimos varias rutas a más de 2.500 metros, subimos hasta el glaciar de la Mer de Glace en Chamonix o hasta la mismísima base de la mítica montaña del Eiger en los Alpes suizos. Pero de entre todo hubo algo que me fascinó en este viaje, subimos a uno de los teleféricos de mayor altitud de Europa, en él ascendimos al pico de la Aiguille du Midi, a a unos 4.000 m. de altitud, partiendo desde la localidad de Chamonix, a 1.000 m. sobre el nivel del mar, con lo cual salvamos un desnivel de unos 3.000 m. (así como el que no quiere la cosa…)


Antes de llegar al final del recorrido del teleférico pudimos contemplar con facilidad como los montañeros trascurrían por la arista de los Cósmicos, una arista de auténtico vértigo por el que los montañeros entraban y salían del edificio que hay en su cima.

Inmediatamente después llegamos al final del recorrido del teleférico, el lugar es sobrecogedor, pasamos por una pasarela casi suspendida en el vacío con unas vistas increíbles.

De ahí accedimos a unos túneles en la montaña donde tomaríamos un ascensor que nos subiría a la mismísima cumbre.

El lugar no tenía desperdicio para la vista, pudimos contemplar las imágenes más impresionantes de todo el macizo del Mont Blanc.

Me quedé tan fascinado que, de alguna manera, ese fue el embrión de un sueño que vagó por mi cabeza durante muchos, muchos años.
02. EN LOS ALPES CON LA FAMILIA AL COMPLETO.
Años más tarde ampliamos la familia a cuatro miembros, mi mujer, nuestras dos hijas y la persona que escribe este relato, y decidimos hacernos de una caravana para poder disfrutar de la naturaleza en familia con un mínimo de comodidades. Fue en el año 2008, por el mes de mayo, cuando realizamos nuestra primera salida a una playa de Huelva para tratar de hacernos con el manejo de la caravana, y una vez comprobamos nuestra destreza con el monstruo, «cusí cusá«, ese mismo verano nos dirigimos a nuestro primer gran destino, los Alpes. Decidimos compartir con la familia al completo esos parajes tan hermosos que habíamos visitado años atrás, cuando tan solo éramos una pareja.
En un par de días, desde Extremadura, amanecimos en un camping en el valle de Chamonix. El verde predomina en todo el valle, praderas enormes y una gran masa forestal lo envuelven, también se puede contemplar como varios glaciares vierten ladera abajo casi hasta la población y justo encima crestean varios picos con más de cuatro mil metros, esta circunstancia se da en muy pocos lugares del mundo, donde la prominencia sea tan elevada como vistosa.

Cuando se viaja en familia con niños pequeños (Por aquel entonces mi hija Isabel, la pequeña, contaba con 6 años y Guadalupe, la mayor de las dos, tenía 12 años), se hace pensando en el disfrute de ellos y uno trata de adaptarse para verlas felices, siempre es nuestro objetivo y mayor gozo.
El despertar en la caravana, en un camping en ese entorno natural, para ellas fue todo una aventura, para mi mujer amante de la naturaleza como yo, también fue un regocijo, al igual que para mí, disfrutábamos como enanitos del bosque.
Tanto en el camping, como en la población de Chamonix o en el resto del valle, tratan de darle un aire bucólico, casi de cuento: enormes prados, casitas de madera rodeadas de flores por todos sitios, en verano consiguen crear un clima bastante agradable y atractivo para los visitantes.

La población de Chamonix es atravesada por el río Arve, en verano por el deshielo suele llevar un torrente de agua considerable que muchos aprovechan para practicar el raftin.



El glaciar de Bossons, que aparece en la fotografía anterior, es la cascada de hielo más grande de Europa, nace en el Mont blanc y vierte al valle de Chamonix, dominando la población de Bossons, de ahí su nombre.



Mi familia en Chamonix, junto al grupo escultórico que representa a Horace de Saussure y su guía Jacques Balmat que le muestra el camino para llegar a cumbre. Jacques Balmat fue el guía que logró la primera ascensión del Mont Blanc junto con el Doctor Paccard el 8 de agosto de 1786. Un año más tarde sería Saussure quien ascendió a la cumbre. Este grupo escultórico fue inaugurado en agosto de 1887 con motivo de la conmemoración por la primera ascensión al Mont Blanc el 8 de agosto de 1786.
En la temporada de verano en Chamonix hay una amplia gama de ocio para el turismo familiar: parques de aventuras, pista de hielo, parque acuático, parque con animales en libertad, hasta un pequeño parque de atracciones donde su atracción estrella es un trineo anclado a unos raíles con el que se desciende a toda velocidad a través de un bosque.

Además hay toda una red de teleféricos y trenes cremallera que te suben a miradores como la Mer de Glace, donde hay una gruta cavada en el hielo que cada año tienen que volver a realizar.




Aprovechando que realizamos la subida a la Mer de Glace en tren cremallera, realizamos la bajada caminando por un frondoso bosque donde en mitad del camino te encontrabas con alguna que otra cabaña bar (chiringuito) donde poder tomar un refresco.





Por supuesto volvimos a subir al teleférico de la Aiguille du Midi, en la parada intermedia aprovechamos para realizar una pequeña excursión y disfrutar del paísaje y del día tan fantástico que hacía.

El Mont Blanc permanecía tan imperecedero y deslumbrante como la última vez que lo vi, el sueño volvió a retroalimentarse pero en esta ocasión con más fuerza aún.

Después de pasar unos días en Chamonix, continuamos con nuestro recorrido por los Alpes, pero en este caso pasaríamos a Suiza, nos fuimos directamente a la ciudad de Interlaken, allí instalamos nuestra caravana y desde allí nos moveríamos a la mayoría de las excursiones.
Interlaken como su nombre indica «entre lagos», es una bonita ciudad turística entre dos lagos espectaculares el Thun y el Brienz.


Desde Interlaken nos desplazábamos para conocer este país con paisajes de cuento, el primero de los lugares donde nos dirigimos fue a la ciudad de Zermat, para ver de cerca otra de las montañas estrellas de los Alpes, el Matterhorn, conocido en Italia y España como el Cervino, probablemente la montaña más fotografiada del mundo.
Zermat es una población donde no se puede acceder con vehículos privados, estos se tienen que quedar en la localidad de Tasch, y hay que hacerlo a través de trenes cremallera panorámicos, solo hacer este trayecto ya merece la pena, es una auténtica gozada.

En la localidad de Zermat abundan las casas de madera, las flores, calles estrechas, pequeños buses eléctricos, coches de caballos y una iluminación de ambiente, y a esto le sumas las impresionantes vistas de una de las montañas más bellas del mundo, catalogada en muchos sitios como la montaña perfecta, el Cervino.



Simplemente pasear y tumbarse en la hierba en aquel entorno era un auténtico lujo.




El Materhorn o Cervino como se conoce popularmente a esta montaña, es otro de mis grandes sueños, pero este tendrá que esperar todavía.
Después de Zermatt, regresamos a nuestro campamento base en Interlaken, para elegir nuevos destinos, en este caso elegimos una excursión a la estación de tren más alta de Europa el Jungfraujoch, cogimos el tren cremallera que se interna dentro de la montaña en un túnel impresionante, en él se realizan dos paradas desde donde se puede ver la pared norte de la mítica montaña del Eiger (conocida como la montaña asesina). El Jungfraujoch se encuentra en el macizo del Jungfrau (En alemán «virgen o doncella», integrado por tres grandes montañas el Jungfrau, que da nombre el macizo y tiene una altitud de 4.100 m., el Eiger («Ogro», famoso por su cara norte) y el Mönch («Monje») de 4.099 m.




Al final del recorrido tienes un edificio con restaurantes incluidos, palacio de hielo, algunas tiendas, mirador y además puedes salir al exterior a disfrutar de unas vistas espectaculares y compartir con la familia la posibilidad de moverte en la alta montaña (El lugar es la caña total…)

En los exteriores pudimos alquilar unas palas para divertirnos un rato, pero las niñas no tardaron en darse cuenta de lo que cuesta moverse en altura,




Ese día las niñas quedaron completamente agotadas, y nosotros también la verdad, hacer algún tipo de ejercicio a esa altura sin aclimatar tiene su coste, pero mereció la pena.
De regreso nuevamente a Interlaken para preparar la próxima salida, no todos los días estábamos de excursión, Interlaken es un lugar magnífico para descansar y relajarse en sus lagos de aguas azules.

La siguiente salida la realizamos a valle de Lauterbrunner, uno de los lugares con más magia de los Alpes, cuando fuimos en el año 1991, a excepción del pueblo no había prácticamente nada más, en el 2008 ya contaba con un camping y hoy en día no sé como andará, pero de cualquier manera es un lugar privilegiado de la naturaleza.
El valle se encuentra custodiado por una paredes verticales de más de 400 m. Lauter Brunner «solo fuentes» ya indica su singularidad, este valle cuenta con 72 cataratas y entre ellas con la catarata más alta de Europa. Desde sus paredes es fácil ver como algunas personas se lanzan en caída libre con sus paracaídas.

Era tan perfecto que daba la impresión de estar en un decorado, en el parque infantil jugaban mis hijas, detrás había un coqueto cementerio y al fondo espolvoreaba una cascada de una altísima pared completamente vertical, dicen que es el lugar más bonito de Suiza.



Entre medias de todas estas excursiones también visitamos algunas ciudades, entre ellas Berna y Lucerna, fantásticas. Berna, capital de Suiza, es una bonita ciudad Medieval declarada Patrimonio de la Humanidad y Lucerna es otra preciosa ciudad Medieval, la ciudad de suiza más visitada por el turismo gracias a Kapellbrücke (en español, ‘puente de la capilla’) es el puente de madera más antiguo de Europa, fue construido en 1.365, mide 204 m., atraviesa el río Reuss y conecta la ciudad antigua con la moderna.


Tras descansar en Interlaken, nuestro próximo destino fue muy cerca, a escasos kilómetros, cogimos un teleférico en Meiringen para realizar una ruta de senderismo para niños, en ella podías encontrar casitas de enanitos, sus herramientas y algunas sorpresas que los niños agradecían, el recorrido se realizaba por unos bosques de pinos gigantes y unas vistas espectaculares, una excursión familiar más que recomendable para el disfrute de todos, niños y mayores.



El recorrido era de unas tres o cuatro horas, no recuerdo muy bien, hace ya bastantes años, sí recuerdo que era sólo de bajada, con lo cual para la familia era más cómodo y daba tiempo a recrearse con el espectáculo que suponía moverse por ese entorno natural.




El despertar cada día en la caravana, en pleno corazón de los Alpes, para nuestras hijas fue todo una aventura, para mi mujer amante de la naturaleza como yo también fue un regocijo, al igual que para mí, disfrutamos toda la familia como auténticos enanitos del bosque.
Cuando llegaba la noche, mi mujer y mis hijas se iban a dormir, a mí me encantaba quedarme fuera de la caravana, bien abrigado, encendía una lámpara, me abría una cerveza bien fría y desplegaba el mapa para ver la ruta del día siguiente. Me gustaba tener un espacio de tiempo simplemente para saborear lo que había sido el día, sin duda alguna fueron unas de las mejores etapas de mi vida, mi pasión por la montaña y las personas que más quería se habían unido en un solo tándem que disfruté como si no hubiera un mañana.
Los Alpes y el sueño de la ascensión al Mont Blanc permanecieron en mi cabeza durante mucho tiempo, hasta que poco a poco fui dándole forma al proyecto que me llevaría hasta su mismísima cumbre, la primera del proyecto «8 CUMBRES«, pero eso será en el próximo post:
«MONT BLANC 3 – (ASCENSIÓN AL MONT BLANC)»
Josechu PR