“Los últimos cinco años han sido los más calurosos jamás registrados. Los niveles del mar son los más altos en la historia humana”, dijo, enumerando los puntos de referencia que indican que “el punto de no retorno ya no está en el horizonte. Está a la vista y se precipita hacia nosotros”, Declaraciones de António Guterres, Secretario General de la ONU, en la cumbre de Madrid.
Los cambios climáticos han sucedido en varias ocasiones a lo largo de la existencia de la Tierra, pero de forma natural, en períodos de millones de años, el problema es que estamos llegando a niveles de CO2 y de otros gases de efecto invernadero jamás alcanzados, y en tan solo unas décadas, por efecto de la actividad humana.
Desde la etapa preindustrial hasta ahora los científicos dicen que la temperatura ha subido algo más de un grado y advierten que los niveles de gases de efecto invernadero se han disparado de tal manera que o hacemos algo ya, o la temperatura media de la tierra podrá llegar a aumentar hasta en unos tres grados, en menos de treinta años. Esto no significa que en verano con darle un poco de caña al aparato de aire acondicionado tengamos solucionado el problema y el que no lo tenga que se joda, no, el problema es mucho mayor: Que aumente tres grados la temperatura implica entrar en una fase de no retorno, lo que llamamos el cambio climático, y conlleva consecuencias desastrosas para todos nosotros.
El tema está complicado y sé que es una visión catastrófica, pero la realidad es que tanto las opiniones de los científicos de la ONU como la obviedad de lo que vemos, nos dan la razón en que la actividad humana está consiguiendo cambiar el clima y que nos encontramos en estado de emergencia climática. Las medidas que se están adoptando son importantes pero no suficientes, es fundamental:
- En primer lugar concienciarnos todos y empezar a cambiar nuestros hábitos. Pero seamos realistas, no será fácil tratar de cambiar la conducta de cerca de 8.000 millones de personas que hay en el mundo aproximadamente, habrá que cambiar muchas formas de pensar, muchas conductas arraigadas, cambios que para ser significativos conllevarían más de un cambio generacional y no hay mucho tiempo, en 30 años tenemos que conseguir al menos que no vaya a más.
- En segundo lugar, también resulta fundamental que los gobernantes de todos los países, principalmente las grandes potencias, lleguen a ponerse de acuerdo y firmar compromisos de reducción de C02 y otros gases de efecto invernadero, suficientes para bajar la temperatura del planeta a niveles preindustriales o al menos para conseguir mantener la situación. Aunque ya vemos que tampoco resulta fácil, hay demasiados intereses económicos y demasiadas desigualdades entre países para que se consiga llegar a los acuerdos necesarios. En el acuerdo de París de 2015, fueron muchos los compromisos y lo único que se consiguió es que los niveles de gases de efecto invernadero subiesen bastante más. En la cumbre sobre el Clima que ha finalizado recientemente en Madrid, no han participado ni Estados Unidos, ni china, ni Rusia ni la India, siendo estas cuatro naciones las responsables de producir ellas solas el 55 % de los gases de efecto invernadero que expulsa la economía mundial.
- En tercer lugar, también cabe que los científicos se pongan las pilas y traten de darle alguna solución, pero son muchas las variables sobre las que habría que trabajar y ellos mismos albergan pocas esperanzas.
Sinceramente veo pocas posibilidades, todavía no se ha conseguido, ya no digo disminuir, sino frenar la progresión aparentemente imparable del calentamiento global de nuestro planeta,
de ahí la urgencia de actuar y difundir que tenemos un gravísimo problema por el bienestar de la humanidad, que nos compete a todos,
«NO HAY UN PLANETA B»
En nuestras manos está,
En tus manos está…

